Descripción
Las investigaciones que se han dedicado hasta ahora a la Hermandad general de concejos, restablecida por los Reyes Católicos en Castilla a partir de 1476, han puesto de relieve la importancia que la institución tuvo para los reyes, primero durante los difíciles años de la guerra sucesoria y, a partir de 1478, como instrumento de orden público. Hasta ahora se han publicado estudios destinados a explicar la evolución cronológica de la Hermandad, sus Ordenamientos y Juntas. Sin embargo, esta obra trata de mostrar, en términos cuantitativos, otro aspecto de la cuestión: la gran importancia que tuvo la Hermandad tanto en el terreno hacendístico, al sustituir sus contribuciones» a los «servicios» de Cortes, que no se convocaron entre 1480 y 1498, como en el militar, al proporcionar cuadros de movilización general y, por otra parte,tropas de caballería permanentes. En ambos aspectos, el financiero y el militar, los medios que facilitó la Hermandad fueron fundamentales para el ejercicio del poder monárquico, y sus Juntas anuales se constituyeron en órgano principal de relación política entre reyes y reino.ÍndiceINTRODUCCIÓNPRIMERA PARTE: LA HERMANDAD GENERAL1. LOS TESOREROS DE LA HERMANDAD A PARTIR DE 1487 2. LOS INGRESOS: LA «CONTRIBUCIÓN ORDINARIA».LAS «PROVINCIAS» DE LA HERMANDAD3. LOS GASTOS: DEL CONSEJO DE LA HERMANDAD A LA PERSECUCIÓN DE MALHECHORES4. EL GASTO PRINCIPAL: LAS «CAPITANÍAS» DE LA HERMANDAD5. DESCUENTOS. «SUSPENSIONES». IMPAGOS6. LAS CONTRIBUCIONES EXTRAORDINARIAS: LOS«REPARTIMIENTOS DE PEONES»7. AJUSTE ENTRE «CARGO» Y «DATA»: EL «ALCANCE». FINEQUITO DE LAS CUENTAS8. ALONSO GUTIÉRREZ DE MADRID, PAGADOR DE LAS GUARDAS REALES 9. LOS MEMORIALES DE PEDRO FERNÁNDEZ DE TOLEDOY ALONSO DE QUINTANILLA [bookpreviewer idtype=»ISBN» bookid=»8495983699 » previewer=»link»]
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